Analizar las principales como Dólar e inflación, clave al momento de elegir un instrumento de inversión.
Con esta información en la mesa, cualquier estrategia de inversión que se diseñe al menos debe rendir esos niveles, de manera que se pueda mantener el poder adquisitivo del capital y se pueda comprar la misma cantidad de dólares que antes, obvio, si no existiera el CEPO. El desafío radica en conocer en qué alternativas conviene posicionarse para cumplir tales objetivos.
En qué invertir los pesos
Así, con un capital de 100 mil pesos, asumimos el desafío de conformar una cartera con instrumentos que nos ofrece la Bolsa local y de esa forma resguardar nuestros ahorros.
Dolarización del capital
En busca de diversificar la cartera, la dolarización de una porción del capital es la primera alternativa, vía Dólar MEP o más conocido como Dólar Bolsa. Con una cotización cercana a los 142 pesos, se posiciona por debajo del dólar solidario (160), con la posibilidad de comprar o vender dólares, sin impuestos ni restricciones de montos y 100% online; y posteriormente, posicionarse en bonos corporativos en dólares, deuda emitida por las empresas de primera línea donde se pueden encontrar opciones con buena relación entre riesgo/rendimiento, además de tener liquidez y un mercado secundario bimonetario. Es decir, se las puede comprar y/o vender tanto en pesos como en dólares, aunque la operatoria en dólares suele tener un mayor volumen. A modo de ejemplo, la ON de la empresa Irsa Inversiones y Representaciones (IRC9D) paga con frecuencia trimestral una tasa del 10% anual en moneda dura, con fecha de vencimiento para el 2023.
Cobertura de la suba de precios
A mediano plazo y con un contexto inflacionario aún con ciertas contenciones dado el control sobre precios o tarifas congeladas, la recomendación es que parte de la cartera esté posicionada en activos que ajustan por CER, donde el capital depende del Índice de Precios al Consumidor. De esta manera, conformamos una opción útil de riesgo moderado, con el objetivo de evitar que los pesos pierdan poder adquisitivo siempre y cuando dicho índice se asemeje a la realidad de los precios.
Tomando como vehículo a los fondos comunes de inversión que se hayan constituido con tal objetivo, dado que, permiten al inversor ingresar a una cartera con alto grado de diversificación, con mínimos de inversión, elevada liquidez y al contar con una administración activa por profesionales, permitimos asegurarnos que siempre se buscará maximizar los rendimientos en base a los objetivos del fondo.
Escape riesgo argentino
Con esta alternativa buscaremos un crecimiento del capital sabiendo que podemos encontrarnos con fluctuaciones en la valuación de nuestra cartera en el corto plazo. Es así que los Certificados de Depósitos Argentinos (CEDEARS) resultan una buena alternativa. Estos representan acciones extranjeras, se compran en pesos, pero su cotización está ligada a dos variables: a la del activo subyacente (es decir, la acción en su mercado de origen) y a la evolución del tipo de cambio contado con liquidación (CCL). Actualmente, más del 65% del volumen en renta variable dentro de la Bolsa local se opera en Cedears.
Este instrumento nos brinda la posibilidad de seguir diversificación el riesgo de nuestro portafolio. En estos momentos, la clave estará en posicionarse en papeles de empresas pertenecientes a sectores cíclicos, es decir, aquellos que se beneficien con la recuperación de la economía y en la medida que avance el proceso de vacunación; como compañías de consumo básico y discrecional, como Walmart, Macdonals, Nike o empresas del sector industrial; como General Electric o Caterpillar.
Además, no debemos dejar de lado los nuevos certificados pertenecientes a otras reconocidas empresas, como Spotify, Zoom, MasterCard, entre otros), ampliando así las posibilidades de diversificación.
Aprovechar precios mínimos
Al igual que las bolsas mundiales, la cotización de las acciones locales sufrieron la llegada del covid-19 para colocarse en mínimos históricos. Medido en dólares, hace tres años que el índice S&P Merval no logra tomar vuelo. En este sentido, lo fundamental es colocarse un horizonte de largo plazo, dada la volatilidad que experimentan los papeles de las empresas argentinas en el corto plazo, donde los principales catalizadores de sus rendimientos vienen de la mano de los avances en las negociaciones del país con el FMI, y sobre todo las acciones que se tomen para controlar los desequilibrios económicos-financieros en los que se encuentra inmersa Argentina. La estrategia radica en ser bastante selectivos a la hora de elegir en qué sectores o empresas posicionarse.
Ante esto, la clave pasa por diversificar y armar sus carteras de inversión en base al perfil de riesgo de cada inversor y teniendo en cuenta su horizonte o necesidad de liquidez. Sin embargo, en el momento actual y en busca de cumplir los objetivos de obtener retornos reales positivos, podría considerarse una distribución adecuada dolarizar el 30% del capital, otro 30% posicionarlo en activos que nos brinden cobertura de la suba de precios, 30% en Cedears y un 10% en acciones argentinas.
Fuente : https://www.ambito.com/pesos/en-que-invertir-los-que-no-se-devaluen-n5179935?fbclid=IwAR3DS2C8FejJr_PjZaNsuT0MLGr4lRpaQQCi7kA7BH8o5Bv38NeuktCrekY